lunes, 29 de agosto de 2011

Volvamos a Coloane!

Me lo encontré por azar en el Centro Georges Pompiduo de París, buscando a Chiloé y de pronto ahí estaba Coloane, caminando por Quemchi, con el garbo intacto de un gigante ballenero de sólo 91 años, lo mío era la busqueda de una aspirina contra la nostalgia, una busqueda de mi mísmo, de estas tierras no firmes en que no nací, de un ChileconÉ que me llama allá lejos, una impostación de mi yo, de lo que no soy, pero que me gustaría ser, un ahnelo de mito y de leyenda, una ansia de costa, un soñar de aventuras patagónicas, un beso de licor de oro, un compartir nuestras nadas y hacerlo como se aprende en esas islas aferradas a los tejidos del mar. Yo buscaba un poco de aquel sur, las brisas que alguna vez sentí sobre el transbordador que me llevaba a la Isla Grande. Y hallé a este capitán de navío y también una voz femenina que me cautivó con su carraspear de humo. Es Carmen Castillo, la misma que en 1974, embarazada, fue golpeada y arrastrada por el pelo y dejada a la deriva en una calle, herida, mientras acribillaban en desigual combate a su compañero Miguel. Vuelvo en pensamientos a las islas, probablemente sobre los mismos caminos imaginarios por los que un día su padre, muerto cuando él tenía siete años, se le apareció y le dijo, contemplando uno de esos verdes paisajes chilotes, 'hijo, volvamos al mar' ... me desperté y él obviamente ya no estaba ahí. También veo al Coloane amigote, el malas pulgas, de versos infalibles para cautivar alguna chiquilla buena moza, de riñas callejeras luego de una ardiente discusión política, lo veo capando a diente a un cordero y escupiendo al suelo como se escupen dos lentejas.

domingo, 14 de junio de 2009

Debo pensar en francés, pero mi cerebro no quiere

Oui Oui, Ca ce bien, Ca ce mal, pardon pardon pardon, excuse moi excuse moi... ca fait bien, ca fait mal, a tout a l´heure, tout suite, jusqu'au quelle heure, combien? hasta ahí todo bien, si todo bien, pero qué pasa cuando el cerebro no obedece las ordenes de aprender un idioma y sales a la calle y escuchas conversaciones y escuchas tus profes y consejos y la tele y el internet y la radio y la vecina y ciertos locos gritos de ciertos locos por París... escribo esto, porque no es la primera vez que me pasa y espero que quienes aprenden o están aprendiendo algún idioma me digas si les ha pasado, digo para quedarme más tranquilo y no pensar que, como a muchos les está pasando en París, no incluyan automáticamente a Sarko y su amada modelo S'il vous plait, estoy perdiendo la razón o se me está secando el cerebro, no hay tal, creo, digo como saber si te estás volviendo loco, si precisamente eso es perder el raciocionio y darse cuenta de las cosas que nos pasan, o más bien darnos cuenta de cosas que nos pasan, pero en una realidad aparte, donde los cuerdos no entran... en fin, la cosa es que escucho algo, una pregunta, en francés, la más típica es oú est la gare, oú est le metro... y pasa un rato y cuando mis pensamientos recorren las escena de nuevo, ahí está mis neuronas ordenaditas una tras de otra hablandome en castellano o en chileno, o en español, ya no sé ni qué lengua hablo... pero amigos, no me vencerá, tengo que aprender... ya escribiré sobre esto y otros asuntos mis queridos amigos...

sábado, 9 de febrero de 2008

Hola, Bolivia y la desmitificación




Hoy abro este espacio que ojalá sea un canal de expresión más o menos sensato y en el que, como es obvio, plantearé mis inquietudes y todo ese gran etcetera que supongo se dice al abrir uno de estos sitios. Hace unas semanas llegué luego de 10 días en Bolivia, un país que hacía bastante tiempo quería conocer, confieso que sin saber muy bien por qué, simplemente sentía que "algo" me estaba llamando de allá, y sin resolver esa duda, decidí partir... luego de un largo, pero muy lindo viaje en bus, con escala en Arica (etapa del viaje que merece un capítulo aparte) llegué a las alturas de La Paz ¿Puede existir el amor a primera vista con una capital? ¿Con algo tan inerte como un enjambre de casas apiladas una al lado de otra entre montañas de uniformes ladrillos que caen como una cascada sobre un valle? Después de descansar un poco y tomar las correspondientes medidas para no apunarme salí a recorrer. Lo primero que puedo decir si bien es un poco obvio, no sé de qué otra forma expresarlo: La Paz no se parece a nada de lo que había conocido hasta ahora... el tránsito 'sin Dios ni Ley', da una sensación de 'nunca parar' al ambiente, todo se mueve en un caótico orden donde los protagonistas son los asistentes (muy comúnmente adolescentes o niños) de los choferes de la locomoción colectiva, unos utilitarios con capacidad para unas 10 personas que van todas apretaditas, mientras el joven del que hablaba va por una ventana vociferando los destinos. "El alto, el alto, el alto, 1 boliviano 1 boliviano..." Creo haber estado en los lugares que hay que conocer en la capital boliviana, me refiero a la Iglesia San Francisco, el Paseo el Prado, Plaza Murillo, la Calle Linares, donde está el Mercado de las Brujas, barrio con las más diversas artesanías a precios muy convenientes, todos sitios muy lindos, sin olvidar la Calle Jaén, un rincón con estilo colonial donde hay diversos museos, como el de Instrumentos Musicales de Bolivia, del Litoral, la Casa de Murillo y el Costumbrista, entre otros atractivos de ese lugar, también merece un comentario el ambiente que por esos días se vivía en La Paz, que no creo que sea muy distanta a la historia que ha marcado a ese país golpeado por diversos frentes, quizás el más duro la usurpación de su espacio marítimo por parte de Chile, no en vano en las carreteras se pueden ver mensajes como "Visita el mar en un país amigo" en alusión a algún balneario de Perú... detalles que demuestran el resquemor que subsiste por sobre los años y los tibios acercamientos de las autoridades de ambos países... entre paréntesis, pero sobre este mismo tema, algo que me dio pensar fue un comentario que me hizo la dueña de un restorant ubicado en la Plaza Abaroa, ella dijo... 'no, acá el resentimiento no es sólo contra los chilenos, es contra los blancos..." lo que me dejó pensando sobre las fuertes divisiones que hay al interior de Bolivia... y que, volviendo al tema del ambiente que se huele en La Paz, como dirían los periodistas, es de TENSIÓN como les encanta señalar... la discusión política no puede graficar mejor la situación... por una parte el Gobierno de Evo Morales intenta sacar adelante "La Constituyente" es decir establecer un nuevo ordenamiento político que incluya, por ejemplo, mayores derechos para un pueblo sumido en la pobreza y donde el trabajo infantil debe superar varias veces a la media de Chile... es impactante ver a niños que recién salidos de la "más tierna infancia" ya saben de pesados trabajos, o limpian botas con la cara tapada con unos pasamontañas para no ser reconocidos, son estudiantes y por eso no quieren dar otro motivo para ser discrimados. Por otra parte, están los Prefectos, representantes locales que bregan por obtener la autonomía del poder central ¿cómo aunar dos criterios y objetivos tan distintos? Sobre eso versaba la mesa de diálogo que ambas partes llevan adelante. Tras dos días en La Paz, partí al Lago Titicaca, llegando a un pueblo costero que se llama Copacabana y desde donde se pueden tomar botes hacia la Isla del Sol. ¿qué se puede decir de un lugar como El Lago? algunos conceptos entre mi perplejidad... energía, belleza, historia, mística, el cielo más hermoso que jamás he visto... Iván, un pequeño que me hizo recorrer todo un pueblo para buscar un baño... los inolvidables amigos argentinos, bárbara, rita, tania, pablo, franco y otros que disculpen si olvidé sus nombres... con casi todos ellos luego partí a lo que llaman Las Yungas de La Paz, una zona selvática, que increíblemente está apenas a dos o tres horas de la La Paz, donde hace frío y está muy lejos de ser un clima selvático... el pequeño pueblo al que llegamos se llama Coroico, que parece sacado de un cuento de García Márquez o como si un director de cine hubiera dejado olvidada su escenografía en la selva boliviana. muy recomendable es la hostal Sol y Luna, emplazada en pleno cerro y hasta piscina tiene, la vista (ver foto) es simplemente maravillosa... Bueno eso es lo que puedo decir por ahora, ya me referiré al viaje místico y a las secuelas que está dejando en mí.